La próxima vez que vaya al supermercado a recoger sus medicinas, pase por la sección de verduras. Eso podría tener la misma importancia para su salud.
“Si uno observa qué es lo que la gente tiene en sus platos, la mayoría tiene más carnes y granos y en menor cantidad, frutas y vegetales”, dijo Jo Ann Carson, Ph.D., profesora de nutrición clínica en UT Southwestern Medical Center en Dallas.
Eso es lo que impulsa National Fresh Fruit and Vegetable Month, una campaña anual que promueve el Departamento de Agricultura en el mes de junio, junto con aquellos que abogan por la buena alimentación.
Por primera vez, la American Heart Association se une a la celebración como parte de su programa Healthy For Good, una iniciativa que anima a las personas a cambiar poco a poco sus hábitos de alimentación, de ejercicio y de estilo de vida, con la idea que cambios paulatinos llegan a tener un impacto significativo.
“El mes de junio es cuando las frutas y vegetales están en su punto”, dijo Carson, quien es la presidenta del Comité de Nutrición de la AHA. “Uno tiene acceso a productos agrícolas, y es un muy buen momento para que la gente los disfrute y hagan cambios en su dieta”.
La mayoría de nosotros probablemente debería de hacerlo. Según un informe de 2015 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 75 por ciento de estadounidenses no cumple con las recomendaciones del gobierno sobre el consumo de frutas (una taza y media a dos tazas al día). El 87 por ciento no cumplen con las pautas del consumo de verduras (dos a tres tazas al día).
Las consecuencias de salud de esos hábitos incluyen el desarrollo de obesidad y tasas más altas de todo, de la enfermedad del corazón hasta la diabetes.
Para animar a la gente a comer más saludablemente, las campañas han incorporado anuncios de interés público que incorporan mensajes, incluso de chefs reconocidos que promueven recetas con muchos vegetales y del huerto de la Casa Blanca de la ex primera dama Michelle Obama. Pero una nueva frase ha dado fruto en años recientes: las frutas y las verduras por receta.
“Comer frutas y vegetales es absolutamente esencial para tener una vida saludable”, dijo Gabrielle Langholtz, directora de mercadeo de Wholesome Wave, una organización sin fines de lucro dedicada a proveerle alimentos sanos a personas de escasos recursos. “Pero si uno solo tiene unos cuantos dólares al día para la comida, uno no compra brócoli ni ejotes ni arándanos, uno compra Minute Rice y fideos ramen”.
Wholesome Wave, con sede en Bridgeport, Connecticut, colabora con médicos y clínicas de salud a nivel nacional cambiar esa realidad. La organización recibe subvenciones y donaciones para su programa de “recetas” FVRx – una iniciativa a base de cupones que se pueden canjear en mercados de productos agrícolas o supermercados. Los cupones solo se pueden usar para comprar frutas y verduras.
“A corto plazo, las familias que viven en pobreza pueden comer más sano y los agricultores ganan más dinero”, dijo Langholtz. “A largo plazo, hay beneficios de salud reales y ahorros en los cuidados de salud”.
En Waco, Texas existe una organización llamada World Hunger Relief. Su programa, similar al de Wholesome Wave, distribuye a familias de escasos recursos cajas de verduras gratuitas en tres centros de salud en la ciudad. El grupo también opera Veggie Vans, una iniciativa en la que se venden con descuento productos agrícolas en zonas de escasos recursos donde no hay supermercados cercanos que vendan comida saludable.
“Por muchos años le hemos dicho a los pacientes que coman más saludablemente para ayudar a prevenir enfermedades o tratar enfermedades existentes, pero no hemos tenido la opción de darles el acceso inmediato a esa comida saludable”, dijo Jackson Griggs, M.D., un médico de Waco que participa en la iniciativa, al periódico Waco Tribune-Herald. “El programa de recetas ha permitido eliminar barreras al acceso”.
Langholtz dijo que su grupo se siente alentado por las iniciativas nacionales cuyo objetivo es hacer que la comida saludable sea más asequible. Los bancos de comida quieren ofrecer más productos agrícolas y no solamente productos procesados, dijo. Wholesome Wave lanzará un programa llamado Practically Perfect para distribuir productos agrícolas dañados o que son poco atractivos pero que son saludables y que aún son comestibles.
“Tenemos mucho trabajo por delante, pero vemos un impacto real”, dijo.
Carson dijo que el concepto de recetas para productos agrícolas es atractivo, si uno no se lo toma muy literalmente. Reemplazar comidas que no son saludables con frutas y verduras puede ayudar a controlar el peso, a bajar la presión arterial e incluso a evitar el uso de medicamentos.
“Pero no queremos que el público tenga la impresión que es el brócoli o que son los champiñones o que es solo una cosa es lo que hace una diferencia, y que por eso no tiene uno que preocuparse por hacer algo más”, dijo. “El tema es cómo se incorpora todo en el plato”.
Fuente: https://news.heart.org